martes, 20 de abril de 2021

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Viajes: Shirakawa-go, Japón

Ocultas entre altas montañas se encuentran las regiones Shirakawa-go 白川郷 y Gokayama 五箇山 que cuentan con tres aldeas peculiares: Ogimachi (荻町), Ainokura (相倉) y Suganuma (菅沼) que consiguieron formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1995. El aislamiento producido por su ubicación ha generado el avance de una cultura autóctona que ha tenido que evolucionar adaptándose a su entorno. Gracias a ello, hoy podemos disfrutar de su arquitectura vernácula muy particular: las casas gasshō-zukuri (合掌造り). Los primeros prototipos de estas viviendas surgieron alrededor de 1700 como una forma de hacer frente a la lluvia y al peso de la nieve durante el invierno. Los techos son de paja, dejando el espacio del interior de la parte superior de la vivienda para la crianza de gusanos de seda. Son muy resistentes a tifones gracias a su orientación. 


Entre las mejores actividades que se pueden realizar en la aldea Ogimachi, la más visitada y turística, están disfrutar de las vistas de todo el pueblo en el mirador del castillo Ogimachi (荻町城跡展望台) (donde antiguamente había un castillo pero hoy ya solo quedan apenas unas ruinas), visitar el santuario Hachiman (白川八幡神社) envuelto en naturaleza, entrar en algunas de las cuatro casas visitables para apreciar la estructura del interior: la casa Wada, la casa Kanda, la casa Nagase y la casa del templo Myōzenji (明善寺), donde reside el monje de dicho templo, único en Japón en tener un techo de paja que sigue la estructura gasshō-zukuri. 
Este pueblo ha servido de inspiración para muchas obras entre las que destaca la visual novel/anime Higurashi no Naku Koro ni.


Una buena época para visitar la aldea (aunque es recomendable ir en cada una de las cuatro estaciones para apreciar los cambios de la naturaleza) es a mediados de octubre que coincide con el Festival Doburoku (どぶろく祭) en el que realizan procesiones en los santuarios de todo el pueblo junto con bailes tradicionales.

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